Hay tanta vida en sus te quiero,
que repiten ya su boca,
tanta paz en sus suspiros,
tanto amor en su mirada.
Me alimento de pensarlo,
de sentirlo, de quererlo,
de escuchar al fin sus risas,
y despertar cada mañana,
abrazada a su sonrisa,
a su cuerpo y a su alma.
Tanta vida y mil pasiones,
que al llegar la madrugada,
han sobrado mil razones,
he vivido ya mil vidas,
reflejada en su mirada.
que repiten ya su boca,
tanta paz en sus suspiros,
tanto amor en su mirada.
Me alimento de pensarlo,
de sentirlo, de quererlo,
de escuchar al fin sus risas,
y despertar cada mañana,
abrazada a su sonrisa,
a su cuerpo y a su alma.
Tanta vida y mil pasiones,
que al llegar la madrugada,
han sobrado mil razones,
he vivido ya mil vidas,
reflejada en su mirada.
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