Te dejé de sentir...
He dejado de escuchar tu nombre
en el replicar de las campanas,
ya no resuena tu voz en cada
persona que escucho hablar,
y tu rostro dejó de habitar en cada mujer
que al pasar esperaba fueras tú;
dejaste de ser indispensable para mí,
pero cuanto costó dejarte de soñar,
dejarte de pensar, dejarte de anhelar,
pero principalmente, dejarte de amar..
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