No sé cómo iniciar mi relato.... pero es mas o menos así...
Como todo joven con sueños e ilusiones crecí en un hogar humilde, mis padres, pobres, y celos, peleas familiares por cualquier cosa y nunca faltaba el alcohol dentro del seno familiar , así que no había para dónde hacerse, un día en un arrebato de coraje, a mis apenas 14 años de edad salí de casa a buscar mi propio destino, ese donde te acompañan los amigos de la calle, pasó el tiempo y mi madre ni siquiera se preocupó por valorar mi adolescencia, no sabía cómo enfrentar ese camino que había tomado. Cierta ocasión me encontré con unos amigos casi de mi edad y otros mas grandes que yo, quienes me iniciaron en el camino de las drogas, me dijeron que con ellas ya no habría tiempo de pensar en la melancolía, esas tristezas de recordar mi casa, mis hermanitos y recordar a mamá. Me dijeron que tendría sueños felices y me olvidaría de mi tierno pasado, que eso era de niñas, por lo que me arrojé a ese mundo en un principio, la marihuana, poco después comencé con el cristal, y mas adelante, se presentó un fulano con otra droga que me haría subir a los cielos para posteriormente hundirme en el infierno, esa era la heroína que comencé a inyectármela como podía, sin darme cuenta que con ella se acercaba drásticamente el final de mis días y a mi corta edad.
Te lo estoy escribiendo para que tomes consciencia de lo que vayas a hacer con tu destino, los amigos de la calle te enseñarán lo que de ahí han aprendido y créeme que no es nada agradable, porque vez la muerte de frente, comienzas a hacerte de mas y mas amigos que llegamos a formar bandas que posteriormente pelearíamos contra otras para que no nos invadieran nuestros sitios. Tengo tantas cosas que quisiera decirte pero se me escapan de la mente pues quiero que aprendas de mi consejo, nuestro alimento en veces era el desperdicio que en el mercado tiraban porque ya no les servía o se les había descompuesto, pero eso a nosotros no nos importaba, sólo teníamos que comer. Así pasé 10 largos años, perdido entre la drogadicción, hasta que un día comencé a sentirme muy mal de salud, con mucha fiebre y tos con abundantes flemas que me desgarraban mis pulmones y peor para mí, ya no podía caminar, la fiebre me hacía delirar por las noches, en realidad no sé cuantos días y noches pasaron pues no había nadie quien me diera un vaso de agua, yo gemía de dolor intenso que azotaba todo mi cuerpo, ¿los amigos?, !NO¡, ya no había amigos para es entonces, sólo me veían y movían la cabeza negativamente, de suerte que llegaron por mí, y dije - al fin voy a descansar, me alegré infinitamente porque ahora si mi madre estaba ahí, junto a mí y me dijo que me llevaría a un hospital a curarme, como pudieron me sacaron de debajo del puente donde dormía y me subieron a un carro donde finalmente llegué a aquél que era mi hogar, ¡¡¡al que abandoné siendo casi un niño!!!. Me dije -ya no vuelvo a salirme de ésta mi casita, aunque se sienta la pobreza, pero es un dulce hogar a comparación de donde yo ya había hecho mi costumbre de vivir debajo de ese gran puente.
Finalmente mi mamá me llevó a un hospital donde sólo me dieron unas medicinas para según infecciones que llevaba, y me enviaron a mi domicilio, pero la enfermedad golpeaba con furia mi cuerpo, pasó otra larga semana, y al ver mi mamá que no se me quitaba la fiebre ni tampoco la tos, y aparte de ello la infección en mis pies seguía avanzando, volvieron a llevarme al mismo hospital con otros médicos, quienes al ver mi padecimiento se alarmaron demasiado, las enfermeras me hicieron rueda, estaban muy preocupadas, no sé porqué, muy nerviosas, las veía sudar a pesar del aire frío dentro del hospital, ya para ese entonces se me hacía muy difícil respirar, entonces me pusieron una mangueritas en mis fosas nasales y me sentí un poco mejor, pero vi que me picaban con unas agujas por todas partes en mis manos y no podían encontrar mis venas, hasta que una enfermera dio con una vena pequeña y entonces me aplicaron unos medicamentos, pero mas tarde ya no podía pasar el suero que me habían colocado para poderme administrar las medicinas, y volvieron a picarme de nuevo, pero en esta ocasión las enfermeras se dieron por vencidas, y ya no pudo ser posible continuar con mi medicación, así pasé la noche, y para la fiebre me dieron 2 tabletas, me dijeron que eran para bajar la fiebre, que tenía. Ya temprano al otro día se me acercaron otros médicos y otras enfermeras, y me dijeron que me iban a realizar un procedimiento para tratar de atacar la infección, fue entonces que vi a un doctor que portaba una navaja pequeña con manguito, y comenzó a limpiarme lentamente mi cuello lado derecho encima de mi hueso clavícula, donde inyectó un agua transparente, me dijo -es anestesia, me dices si lo que te hago te duele, yo le dice que sí, que estaba bien, y procedió a cubrirme, haciendo maniobras que yo sentía nada mas, pero no me dolía, después de una media hora me dijo - terminamos, y ordenó a la enfermera que volviera a colocarme el suero pero ahora la manguera estaba muy cerca de mi cuello, después de eso, ví como las enfermeras comenzaron con la aplicación de los medicamentos que habían comprado mi mamá en la noche, pero yo no me sentía bien, y a pesar del oxígeno por mis fosas nasales, sentía que me faltaba mucho aire, me inquieté y sí, es verdad en ese momento de acobardé terriblemente, porque sentí llegar el último momento de mi existencia, pero al mismo tiempo yo mismo me di mucho valor y me dije -es lo que gané en la calle, mi segunda casa. Pero ya no sentía fuerzas, todo mi cuerpo se me adormeció, ya eran como las 11:00 de la mañana, entonces dejé de existir, lo único que puedo enseñarte ahora son estas lesiones que estás viendo ahora mismo, pues fueron por donde me inyectaba mi heroína a diario, me dijo el doctor que mi cuerpo ya estaba muy séptico, no sé que me quiso decir con esa palabra, pero a mi mamá le dijo que yo estaba muy grave, y fue verdad, ya no pude enfrentar mi propia enfermedad fue la que me mató.. Hoy escribo estas palabras para que no caigan en la tentación de esas drogas, cuídense mucho, yo ya estoy bien acá.